El primer descenso data a finales de los años 80 cuando se bajó por primera vez el barranco Oscuro, con fines biológicos y científicos ya que la intención era recolectar información sobre la vegetación endémica que predomina en el lugar, principalmente restos de laurisilva, un antiguo bosque casi extinto.
Es en los principios de los 90 cuando se comienza a investigar alguna grieta llamativa, con medios de fortuna, materiales de la época y conocimientos limitados sobre técnica específica y equipamiento. Era el reinado del spit, los clavos, la filosofía de bajar por mero disfrute personal, por investigar nuevos lugares, donde todo quedaba en el olvido, pero de ninguna manera se pensaba que iba a evolucionar a un deporte completo y específico. Grietas que cuando llovía se sabía que corría agua, aperturas con medios de fortuna y material limitado, vamos “pa habernos matao!!!”
Durante éstos años 90 tan sólo unos pocos barrancos como el Cofre, Negro, Oscuro, se habían descendido por gente anónima, vestida de forma rara, sin casco... Lo que sí que todos tenían en común era el espíritu aventurero, las ansias de descubrimiento, la pasión y respeto por la montaña.
foto: pateosybarrancos.blogspot.com
Con la llegada del 2000 se comenzaron a equipar y abrir algunos barrancos más con los mismos medios. Aparecieron los taladros de gasolina y se pudo ir aprendiendo sobre la marcha de manera autodidacta y escueta, acerca del equipamiento, comenzábamos a ver los parabolts con chapas de escalada, triangulaciones… Fue un gran avance el descubrimiento del taladro, ya que facilitaba la instalación de anclajes y proporcionaba más seguridad. Hay que tener en cuenta que el basalto volcánico a pesar de contener zonas fragmentadas es una roca muy abrasiva y extremadamente dura. Las aperturas con spit se realizaban durante varias jornadas, ya que en muchas ocasiones meter un espit a golpe de martillo podía ser una tarea dura de incluso 30 minutos. Es por ello que muchos barrancos se tardaron varios días, semanas incluso años en completarse.
foto: adrex.com
A finales de la década de 2000 y comienzos de 2010 es cuando se le da un empujón grandioso al barranquismo en la isla. Nuevos materiales, conocimientos y técnicas específicas, muchísimas aperturas de nuevos barrancos ya con conocimiento por parte de algunos. A pesar de la lejanía de las islas, cada vez más gente sale fuera a formarse específicamente, se comienza con el encuentro internacional de barranquismo, se trajeron nuevos materiales específicos, mochilas, descensores, neoprenos, cuerdas…. La aparición de nuevos canales de distribución e información hace que cada vez más gente se vaya formando.
foto: mojopiconaventura.com
El barranquismo en la actualidad pasa por un momento de expansión. Cada vez más son los practicantes que se inician en éste deporte, algunos vienen de la escalada, otros del senderismo… incluso algunos ya son practicantes específicos de barranquismo , sin llegar a practicar otros deportes de montaña. El carácter lúdico y deportivo que tiene, hace de éste deporte una golosina divertida y satisfactoria, pero ahí radica su problema. Es tan divertida como peligrosa, por ello mucha gente no es consciente que cada vez que te metes en un barranco te estás jugando la vida. Es un deporte que se desarrolla en un medio natural inestable y cambiante, y unido a la falta de formación o formación errónea por parte de gente que sabe algo y comienzan a parecer auténticos profesionales con meses de experiencia hace que el futuro se plantee con cierta preocupación en torno a la seguridad y los equipamientos.
foto: barrancoscanarios.com
Hemos de tener en cuenta que no hemos tenido una buena educación ni formación, en cuanto a barranquismo se refiere debido a la lejanía con el continente que siempre ha estado por delante hasta ahora. Es hora de plantearnos una reeducación y una formación continua para la práctica segura de nuestro deporte.
En la era de la fiebre del taladro y el desvirtuamiento de la esencia del deporte y el espíritu de la montaña, donde las cosas se hacen para publicarlas rápidamente, el afán de protagonismo y sobre todo el atrevimiento de mucha gente, tenemos que hacer un esfuerzo tanto guías de montaña, empresas, equipadores, clubs, como usuarios en seguir formándonos continuamente para el bien común, establecer unos criterios basados en el conocimiento técnico y respeto a nuestra isla.
Fuente: en colaboración con Victor Fornie - mojopiconaventura.com.
