San Miguel es la isla más grande del archipiélago de Azores y la que más puntos y variedad de buceo ofrece. Por un lado nos podemos encontrar con pináculos que reciben poderosas corrientes como en "Lourenços" donde podemos bucear con mobulas durante verano y otros pelágicos como carángidos, bonitos o bicudas. También es posible adentrarnos en arcos y grutas, como "Panela", cerca de la costa sur de la isla formada por grandes rocas que han creado cavernas ideales para la vida marina típica de Azores: sargos, viejas, dondellas, fulas, antias o meros aquí se reparten el espacio. También en "Baixas das Castanhetas", al sur de la isla, donde podemos acceder a un impresionante escenario de lubos de lava que han creado veriles y cavernas que cobijan mucha vida. Crustáceos, meros, algunos bancos de pelágicos que se refugian en este seguro entorno, nudibranquios de buen tamaño, y desde una de las paredes verticales más populares de este punto, que lleva hasta una profundidad de 45 metros, podemos ver las mobulas en su recorrido por Azores.
Una de las inmersiones imperdibles de San Miguel es el pecio "Dori", hundido en 1964 en el sur de la isla y que participó en el desembarco de Normandía durante la II Guerra Mundial. Este carguero, hundido entre los 9 y los 21 metros, descansa en un fondo de arena y se encuentra perfectamente conservado, tanto en el interior como el exterior debido a su categoría de parque arqueológico subacuático. Las "Âncoras do Ilhéu" también son un ejemplo de la importancia esta isla en la historia naval de Portugal. En este punto, de unos 40 metros de extensión y a poca profundidad, nos encontramos 8 grandes anclas formando un curioso escenario no falto de vida: rayas, salmonetes, meros y abades conviven al abrigo de las anclas.
La isla de Flores es la zona más occidental de Europa. Pequeña en tamaño comparado con sus vecinas del archipiélago de Azores, tiene mucho que ofrecer tanto en la superficie con bellos lagos y frondosos paisajes, como en el fondo marino, de cuevas, grietas y veriles que dan acceso a un azul de especies pelágicas.
Una de esas inmersiones que permiten ver el Atlántico lleno de vida es "Baixa do Amigo", a solo 200 metros de la costa y de fácil buceo que nos muestra el trasiego de bicudas, bonitos, jureles o atunes en numerosos grupos. Muy cerca de ésta se encuentra "Ponta da Caveira" donde además de esos peces migratorios podemos encontrar grutas y paredes formadas por las últimas erupciones. En esta inmersión no faltarán los peces ballesta grises tan comunes de Azores, fulas negras, fredis o congrios y entre las oquedades se asomarán morenas y antias.
Las inmersiones en Flores se caracterizan por grandes formaciones rocosas que dan acceso a grutas como la "Gruta do Galo", al noreste de la isla, con un fondo de arena donde destacan las rayas y grandes meros.
Una de las inmersiones imperdibles para los amantes de las cuevas que visitan Flores es "La Catedral", una gruta muy cercana a la costa y situada entre los 6 y los 30 metros de profundidad. Bellos arcos y un vivo fondo arenoso que nos da la posibilidad de ver coral negro o repetables meros en un precioso paisaje de contrastes y diferentes azules.
Isla Terceira, la isla malva, es una isla perteneciente al archipiélago de Azores con gran relevancia en la historia de Portugal y de reconocido heroísmo por su férrea defensa ante las tropas de Felipe II que llevó a dar el nombre de "Angra do Heroismo" a su capital. Esta isla también fue vital durante época del imperio portugués y ese papel pueden corroborarlo los buceadores gracias a su Parque Arqueológico Subacuático.
En este parque podemos acceder a uno de sus puntos más relevantes el "Cementério das Âncoras" donde bucear a través de hasta 40 anclas hundidas con ejemplares que llevan más de 300 años bajo el agua. Este punto es un clásico del buceo en Terceira y además de acceder a la historia naval de la isla podemos ver morenas, salemas, besugos, meros de buen tamaño y rayas negras.
En Terceira también podemos encontrar pecios, como el "Lidador", un buque de vapor de 78 metros de eslora hundido en 1878. Aún se mantienen restos muy bien conservados del navío, sobre todo en la proa, que han sido colonizados por gran cantidad de nudibranquios, salemas, pulpos, cabrillas, gallos verdes o las curiosas gallinetas.
Como la gran mayoría de las islas del archipiélago, Terceira también cuenta con inmersiones donde el gran atractivo son las formaciones rocosas, recuerdo de su gran actividad volcánica. En "Arcadas do Judeo", a 15 minutos en bote de la capital de la isla, donde entre paredes verticales, grutas y pequeñas cuevas vamos dando con todo un compendio de la vida típica del archipiélago de Azores como pejeperros, fredis o morenas.
Isla Terceira es bien conocida también por sus piscinas naturales donde podemos realizar una sorprendente inmersión, "Cinco Ribeiras", que da acceso a un complejo de grutas subacuáticas de pequeños pasillos donde residen rayas, brótolas y coloridos cardenales.
Fuente: http://www.fordivers.com
