Mientras esperaban cuando llegue todo el equipo de Canadá, estaban haciendo el skate a tope en las calles de Kuala Lumpur. Estas calles empinadas se pueden montar solo por las noches cuando no hay tanto tráfico. Así que los chicos dormían todo el día y por la noche montaban en monopatín a tope.
Después de una semana en estilo vampiro se dirigieron hacia la selva para patinar en uno de los ambientes tropicales más antiguos del mundo - Taman Negara. Las curvas zigzagueadas de allí son muy parecidas a las de California. Han hecho unos 3-10 km recorridos largos, explorado la pista y el potencial de la zona. La banda estaba buscando una línea, un recorrido perfecto para hacer un evento, una carrera para atraer la élite de longboard a esta zona. ¡Encontraron una pista asombrosa! Unos diez kilómetros de curvas y serpentinas.
La posición exacta de esta pista no se sabe todavía, pero se va a conocer, entonces ¡mantenga la atención!
Para algunos de nosotros, tener un longboard propio o posibilidades de comprarlo es una cosa corriente. Pero en muchas partes del mundo esta industria simplemente no hay o está muy joven, desarrollándose. Con más de seis años de ahorro, Jez M Izman, el anfitrión de los Street Bombers, reunió unos atletas de todo el mundo, creó un grupo con objetivo de viajar por Malasia y toda la zona de Asia sudeste, hacer talleres de longboard, buscar talentos para las competiciones y campeonatos, enseñar cómo construir y mejorar un monopatín y difundir la energía positiva entre las comunidades de monopatín.
Concrete Wave y Longboard for Peace están apoyando todas las actividades y valores y todo el trabajo que el grupo ha hecho hasta ahora. Un mes estaban viajando con el grupo de Street Bombers, grabando un documento y ayudando con la organización. Y no eran los únicos.
Landyachtz – una empresa fabricante de longboard donó 20 monopatines dirigidos a los niños locales que no pueden pagar por un monopatín o simplemente poner sus manos sobre una tabla ya que son extremadamente difíciles de conseguir en Malasia.
Roarockit, una empresa proveedora de tecnología, herramientas y materiales para construir tablas de skate, también apoyó el proyecto regalando 8 kits de prensa para apoyar e inspirar a los locales en iniciar su propio comercio y manufactura. Es que los monopatines son muy caros ya que se importan del extranjero.
Gracias a la iniciativa de los Malaya Street Bombers, Longboarding for PEace, Landyachtz y Roarockit el mundo es un lugar mejor.
Fuente: www.concretewavemagazine.com; texto y fotos: Joey Bidner
